Hoy en día
vivimos con un ritmo que no nos permite dedicar mucho tiempo a la cocina. Por eso mismo están a nuestro alcance opciones como
el horno microondas y la comida congelada. Esto no significa desterrar de nuestra vida la preparación de comidas caseras e
incluso el slow food. Pero podemos ayudarnos con estas herramientas a optimizar el tiempo sin dejar de comer rico y
lo más sano posible. Personalmente no soy demasiado amiga de la comida congelada preparada comercial (aunque existen productos
maravillosos que no hay que descartar y que son salvadores). Para mí lo que más me ha funcionado ha sido hacer una “mezcla”
en el cocinando día a día entre algunos platos preparados en casa congelados, productos vegetales congelados comprados (maíz,
arvejas, etc) y platos fáciles de hacer ya sea en microondas o cocina tradicional apoyándome con algunos productos enlatados
y conservas cuando es necesario.
Cocinando día a día en
casa :
Son contadas
las veces en las que no tengo ganas de cocinar y creo que es porque he adoptado algunos truquillos que me lo facilitan. Aquí
van :
Para empezar
lo más importante es que jamás permitas que tu despensa y refrigerador queden vacíos por completo. Economía de guerra por
adelantado como pensaría mi madre Asegúrate de tener siempre extra azúcar, aceite, leche, algunas conservas de pescado y verduras,
pasta, queso parmesano rallado envasado, huevos, sopitas de sobre, etc No olvides que al reponer debes ir usando los más antiguos
por el tema de las fechas de vencimiento Piensa que a cualquiera de nosotros nos puede tocar un mes fatal con gastos sorpresivos
y de pronto nos encontramos a fin de mes con fondos cero en la cuenta. Pues bien asegurándote de mantener un stock como éste,
puedes sobrevivir por unos días sin problemas.
Yo uso salsas
y concentrados de tomate, tomates pelados enteros, pimientos morrones, atún, sardinas, jurel, leche condensada ,crema de leche
y leche evaporada. Fuera de esto nada más, excepto algunos espárragos, anchoas y algunos productos muy puntuales.
Obviamente
todas las pastas secas incluyendo las pastas 3 minutos o noodles de preparación rápida. Hongos y tomates secos envasados.
Sopas en sobre instantáneas de champiñones y maíz. Arroz express con sabores. Cubitos de vegetales. Trata siempre de fijarte
tanto en las conservas como en algunos tipos de envasados de que contengan bajo contenido en sodio, han salido productos nuevos
“ más sanos” en estos aspectos. De todas maneras son cosas que usaremos de cuando en cuando y por supuesto hay
que fijarse siempre en la fecha de vencimiento.
- Alimentos Congelados Industriales
:
Por lo general
compro verduras mixtas tipo jardinera, maíz, arvejas, habas y espinacas congeladas. Algunas veces camarones , salmón ahumado
y en hamburguesas, kanikama (barra de pescado sucedáneo de centolla para comida japonesa, canapés y ensaladas) y excepcionalmente
papas fritas y papas duquesa ( son masitas de puré redondas que se fríen). Masa de hojaldre para preparar quiches, pascualinas
o tartas es bueno tener para una cena chic apurada.
- Alimentos Congelados Caseros
:
Generalmente
preparo para congelar hamburguesas de carne, milanesas o escalopas, albóndigas en salsa, guisos diversos. Importante saber
que hay que guiarse por las indicaciones del fabricante de tu refrigerador para saber los tiempos. Cada refrigerador es distinto
y no todos congelan a las mismas temperaturas lo cual incide en la conservación de los alimentos. Nunca se debe congelar nada que tenga huevo (especialmente crudo) en su preparación. Las papas pierden su calidad
en textura y las preparaciones con tomate no se deben dejar mucho tiempo guardadas. Cuando preparo granos o legumbres, como
los hago en gran cantidad aprovecho y guardo porciones de los mismos (también sirve para ahorrar gas). Los frijoles negros
preparados y congelados, sacan de apuros para hacer unas enchiladas o tortillas mejicanas.