Por fin viernes en la
tarde. En Chile ya hace rato que nos despedimos del verano y el frío anda rondando empujándonos cada día más al invierno gris
y que entumece los huesos. “... Esta noche haré una reunión en casa con
un vinito navegado y una rica sopa...” El vino navegado es muy común de consumir en Chile en esta época. Es un vino
tinto que se lleva a fuego al que se le añaden canela, clavos de olor, cáscaras o rodajas delgadas de naranja y azúcar, y se sirve y toma caliente. Esta parte de la fiesta podría haber sido interesante,
sin embargo la sopa... Pareciera ser que las delicias indonesas o arepitas venezolanas logran más quórum que una sopa. Solamente
Fabién Leduc, nuestro franchute escultor, hizo una exclamación muy emotiva por teléfono y llegó contra viento y marea a la
casa.
Nos juntamos, ya la sopa
estaba casi lista. Una magnífica sopa de varios tipos de cebollas, ajos y cebollines preparada con un caldo de huesito carnudo
. ¡ Quedó de muerte lenta ! Mientras nos tomábamos un buen vaso de vino navegado
para calentarnos, el francés nos contó a mí y a mi pareja que estaba feliz de
comer sopa, ya que acá en Chile no le había tocado comer sopa en las casas de sus amigos y que echaba de menos las sopas de
su madre. Recordaba que de chico las comía al menos 2 veces por semana.
Lo que pasa es que posiblemente en Latinoamérica no vamos más allá de los sancochos, hervidos y
cazuelas, que son unos ollones donde se hierven pedazos de carne, pollo o pescado, algunos condimentos, papas y otros tubérculos. No quiero con esto siquiera
insinuar que estos cocimientos no son divinos y que existen maravillas que van desde
chilenísimo caldillo de congrio al que Pablo Neruda le dedica una oda, hasta el extraño y afrodisíaco “caldo de cardán” boliviano (solo para machos) conocido como el “viagra criollo” que se prepara con el miembro viril del toro. Pero lamentablemente
en nuestra cultura pareciera que la sopa pasa bastante desapercibida en los hogares excepto en los estratos más populares
donde se ha de consumir más bien por necesidad que por placer . Es mi experiencia al menos , ya que creo que en las casas
de emigrantes europeos, por ejemplo, se toma más en cuenta este plato muy común y tan sabroso. No he tenido la suerte de ver
en las familias latinoamericanas típicas el consumo habitual de
sopas inventadas con mil y uno ingredientes como sí he podido observar en otras culturas : las variantes de sopas orientales,
las delicadas sopas austríacas, las suculentas sopas italianas... La sopa es una de las comidas más básicas y popularmente
extendida alrededor del mundo. No es difícil imaginar que grupos de humanos muchas veces se salvaron de morir de hambre gracias a la sopa. Las distintas recetas
e historia de la sopa nos dicen mucho.
Pero volviendo a nuestra
sopa del viernes, resulta que la noche se convirtió en una extenso hablar de sopas y comidas. Fabién viene de Lille, una ciudad
del Norte de Francia y capital de Flandes, muy cercana a Bélgica, que en algún
momento fue parte del dominio español en los Países Bajos hasta que España la cedió a Francia (año 1667 con Luis XIV como
regente). Hoy en día, la ciudad aún siendo una capital industrial muy dinámica
(además fue junto con Génova capital europea de la cultura 2004 ) mantiene todavía
casas de ladrillo típicas del siglo 17 y 18 en el centro de la ciudad que le dan
a la metrópolis un toque de pequeño pueblo de antaño. Fabién nos contó que Lille
celebra una vez al año “La Fête de la Soupe”
(fiesta de la sopa) el día 1 de Mayo. Entiendo que esta idea nace a inicios del 2000 cuando la Asociación Attacafa (attacafa significa cultura en árabe si no me equivoco) decide
crear un festival o fiesta de la sopa. El objetivo de esta asociación es trabajar por la difusión de una cultura universal
que no se sustente en la uniformidad, sino más bien en la diversidad que es capaz de construir un enriquecimiento común y
permanente. La Louche d’Or convoca a los 5 continentes: grandes cocineros, artistas, asociaciones y particulares invitan al público
de manera gratuita a disfrutar una multitudinaria degustación de sopas en un entorno cultural y cosmopolita. La idea es compartir
sabores y tradiciones domésticas y locales, como un forma de retroalimentarse con el cotidiano vivir, concreto y cultural
que tiene mucho más que ver con el propósito de asimilar culturas que imponer controles y metas productivas. Es un encuentro
que favorece al intercambio y diálogo entre las distintas formas de expresión e identidades culturales. En fin una jornada
dedicada al placer, cultura, entretenimiento, arte y porqué no también al humor. Este año ya es la quinta vez que se realiza
y la fiesta como es habitual tiene lugar en el distrito de Wazemmes anexado a la ciudad en 1858, con gran influencia Magreb
(Región del Norte de África que comprende los países de Marruecos, Túnez y Argelia). Es un distrito muy bohemio y cuenta con
un conocido y colorido mercado donde hay de todo para adquirir.
Nos siguió contando dentro
de la deriva gastronómica de la conversación (yo escuchando con lápiz en mano
pensando en este artículo) que en la misma ciudad, durante el primer fin de semana de Septiembre de cada año se celebra la
“Braderie du Lille”. Todo el mundo puede participar y sacar sus cachureos o cachivaches, que al más puro estilo
de feria de pulgas pueden ser vendidos entre los que visitan la ciudad por esos días. En realidad en todo el norte de Francia
e incluso en Bélgica son famosas las “Braderies”, pero la de Lille es la más conocida. Se origina probablemente
con los ricos burgueses que necesitaban desembarazarse de sus objetos en desuso. Hoy en día acuden personas de toda Francia
e incluso de otras partes del mundo a pasar un entretenido fin de semana. Cientos de personas y miles de metros de objetos
en exposición agolpados en la calles. El interés gastronómico de este evento es que se ponen en competencia los restaurantes
a ver quién vende más choros, mejillones o moules fritos acompañados de papas fritas también que es un plato típico de la
zona y de la costa en general. Así para poder ser evaluados, cada restaurante va amontonando en la calle todas las conchas
de los moluscos a la vista del público cual si fuera una escultura o “instalación” de arte actual que interviene
el espacio común. Por suerte son sólo dos días porque los olores podrían llegar a desmayar a cualquiera. Para finalizar nos
contó que en reiteradas oportunidades estuvo compartiendo en una comida de barrio, muy común por esos lares, donde la gente
de una calle o barrio saca sus propias mesas, sillas, plato y aporta algo y se arma una gran mesa donde todos comparten. No
es necesariamente una comilona, es el espacio para compartir lo simple y la buena onda. Sentí de manera absurda una especie
de añoranza acerca de algo que nunca me ha tocado vivir.
Terminamos con una agüita
(té de hierbas) y menos mal que nadie más vino... Quedamos tan felices y calentitos en nuestra “ noche de sopa”
que no se justificaba que Fabién saliera a enfriarse así que se quedó en casa. A la mañana siguiente se despidió no sin antes
contarnos que tenía todo listo para que su madre votara por él por poder para decir que no a la Constitución de la UE. Nos
dijo que no quería ser parte del avance de la riqueza por encima de la libertad porque eso hace que sucedan cosas como la
"Guera del Agua" en Bolivia donde empresas transnacionales - para colmo francesas y españolas básicamente- compraron los derechos
de aguas y los habitantes de la zona se les prohibía el uso de fuentes alternativas naturales, sin reconocer el sistema de
auto-organización por parte de los ciudadanos y no respetaba los "usos y costumbres" practicados por las comunidades desde
tiempos inmemoriales así que no pueden ni siquiera recoger agua de lluvia porque se supone que no les pertenece...No es lo
mismo en Europa, pero votar SI sería estar del lado de ese tipo de poder... ¡Horror!
Y ganó su opción...Bien
por Fabién...¡Estos franchutes! Y buena por los holandeses también... Como comprenderán la sopa que hice la nombré " La Sopa de No"
Para los que estamos
algo perdidos con el tema, aquí se puede empezar a entender la importancia de la negativa francesa a la constitución europea,
o sea, al ultraneoliberalismoglobalizadoaultranzayconstitucionalizado. (Esta palabra seguro que existe en aleman). Dicho por
Hugo Rebolledo.
Con respecto al No Francés, este link: